Cam girl & others poems de Fiorella Terrazas

 Cam girl  & others poems de Fiorella Terrazas (1)


Por Carolina O. Fernández





Cuando tuve entre mis manos Cam girl & other poems (Dulzorada Press, 2021), de Fio Terrazas, me impresionó desde el primer instante porque es un primer libro muy sólido e invita a múltiples lecturas.  En esta ocasión me referiré solo a algunas de sus aristas.


Cam Girl & other poems es el clamor de un yo poético joven y diverso conectado a internet  desde la infancia, a los juegos que practicaba el padre y que tiene adherido al cuerpo un smartphone. Un yo poético que explora los riesgos y  las posibilidades del uso de la tecnología y cuya performance configura múltiples identidades. Por momentos es  cyborg, un maniquí, una joven transfeminista o alguien sin género binario, con una tónica de lucidez que sobrecoge y que hace suya la contribución de los ciberpunk, en tanto son críticos a la tecnología sin ser opuestos a ella sino al uso del poder como un instrumento de enajenación y dominación, un poder que clasifica y ordena el mundo, para ello se nutre de la ciencia ficción y los cauces distópicos.


La cadencia de sus versos y prosa poética  perfilan  ironía y trivialidad,  dolor,  inmensa soledad y violencia. Situaciones que el yo poético ensaya disipar con el ejercicio de su sexualidad, pero gana la melancolía, el dolor, la pérdida que deviene en crisis de la salud mental. El yo performático se sobrepone, recae, vuelve a reanimarse.  Con incertidumbre y cierta dosis de escepticismo se interroga sobre la posible transformación social. En la portada  sobresalen los tonos  rosa y celeste y la imagen de una joven de ojos color cielo como salida de un cuento de ciencia ficción,  lleva ropa ligera, tatuajes, piercings , audífonos, orejas de gata, un rostro sereno que mira con soltura y posa feliz ante la cámara, su postura de jinete maniquí pareciera cabalgar sobre un horizonte indefinido.


      Cam girl es el nombre  que se le da a la persona que trabaja realizando performances  eróticos de manera virtual, sus adeptos suelen mantener comunicación con ella y  enviarle  una propina. En América Latina, numerosas jóvenes trabajan realizando estos tipos de show. Durante la pandemia se ha convertido en un recurso, un tubo de escape para paliar la soledad y las angustias económicas. También encontramos  un largometraje del 2021, con el mismo título, que ha sido realizado en el Reino Unido por Scott Jeffrey y Rebecca Matthews,  sus protagonistas que viven solas durante el confinamiento tienen mucho tiempo libre y a diferencia de lo que ocurre en América Latina no pasan angustias económicas, se dedican a conversar entre ellas y a interactuar con sus parejas a través de internet sobre sus inquietudes sexuales, este es un tema de interés común en ambas latitudes. El libro de Fío terrazas es muy estimulante para reflexionar en torno al impacto del covid  en el campo afectivo, en las relaciones sexuales, en las dinámicas tecnosociales y la salud mental sobre todo en la población joven en sociedades profundamente desiguales. 


Además, el poemario brinda detalles de varias películas que revelan la influencia del cine, el anime y el manga. En ellas, la depresión, lo gótico son una constante que es propia de una época de crisis generalizada que se ha acentuado en estos casi dos años de confinamiento. Precisamente, en dos de las tres secciones que tiene el libro se hallan  huellas testimoniales de las pérdidas amadas durante el encierro obligatorio, entre ellos su amado padre. Otra referencia es Mulholland drive y Blue Velvet, films de David Lynch. El libro de Fío Terrazas está marcado por esta atmósfera emocional y la experiencia vital de su autora. 


Cam girl & other poems  reúne poemas escritos y publicados de manera virtual y en plaquetas: Hedores (2017), Los tratados de la perdedora (2017) y poemas escritos hasta el 2021. La primera sección denominada “Inanición”  se inaugura con el poema en prosa “Tratado de la perdedora”. En este, el yo performático, en un contexto de carencias materiales y espirituales,  con un estilo que podríamos llamar necropoético, revela la angustia  existencial y sus formas de supervivencia. Como contraparte, en la última sección titulada “Poe futuro”, aparece el “Tratado de la ganadora”, asociada al éxito, a la  avalancha  de luces de las cámaras. Pero antes, en “Power”, se despliega el deseo de combatir a las fuerzas  del orden,  a la madre y al padre violentos. El yo poético se siente un objeto deshechable, una niña angustiada que ama el rap, que construye y deconstruye su identidad diariamente porque forma parte de su trabajo de performer en la virtualidad imitando a las muñecas, a las nenas kawai, sus máscaras faciales y sus amores perdidos. Se autoidentifica como trans feminista que cuestiona el machismo y, al mismo tiempo, reinvindica su banalidad y su pansexualidad. Se define como un hongo seco, un maniquí, una diva pop, un avatar, un  yo plural que se enardece y protesta. 


Y si bien la desilusión  acecha con intensidad porque las expectativas han sido traicionadas por los gobiernos y poderes subsistentes, para el sujeto poético, la esperanza yace en la amistad, en los proyectos colectivos de queridas y lindas amistades encarnada en Gloria, Franco, La Gata, Nadia, Yuliana, Efraín, Lisa, Maria Font, Gabriela. La esperanza está en el amor paterno que no impone, que simplemente la acompaña tocando flauta desde las estrellas, en la madre que la escucha y la acompaña. En suma, la esperanza subyace en la poesía.

Barranco, 26 de enero de 2022

Notas

(1) Texto leído en la presentación del libro, el 28 de enero de 2022 y publicado en la revista Quehacer, Nº 9, febrero-abril, 2022.


Comentarios

Entradas populares