Las rutas interiores en 11:11 de Natalia Roncal

Las rutas interiores en 11:11  de Natalia Roncal (1)


Natalia Roncal Benites


Por Carolina O. Fernández

Natalia Roncal, fotógrafa y poeta, es autora de Racimo de fotogramas (2018) y de 11:11 (2022), ambos publicados con el cuidado de Arteidea Editores, en la que Natalia ha asumido la dirección editorial, la fotografía y el diseño gráfico, sobre todo del último poemario.

Para Natalia, la poesía, según dio cuenta en una nota periodística,  es un viaje interior que ayuda a sanar las heridas por su poder curativo y liberador.  Esta mirada es compartida por numerosas poetas. La poesía sana. 

En 11:11, la enunciante inicia su viaje con un epígrafe de Magda Portal que transmite y condensa la atmósfera emocional del libro: “Los pájaros de medianoche / rondaron el naufragio de mi corazón/en las arenas abandonadas”.  Esta imagen de naufragio podemos asociarla a ansiedad y depresión que se enuncia desde los dos primeros poemas. En ellos, la enunciante, en primera persona del presente, subyace en el vacío y acaricia a escondidas el deseo de gritar,  abrirse, romper el silencio y decir basta: “Basta ya de sumergirme/ al dolor de los desiertos/inciertos.” (14) Anhela desterrar la angustia y aletear libre. Decide explorar los caminos de la escritura y resurge su fe en la magia de las palabras que no son solo escritas sino también a través de  imágenes fotográficas. Son cuatro fotografías que dividen en cuatro secciones el poemario que toca las fibras de su sensibilidad y la de lxs lectores.

Como sabemos, en el planeta la problemática de la salud mental tiende a agravarse. Algunos  datos demográficos a nivel mundial, dan a conocer que la ansiedad, la depresión, la soledad, el vacío existencial y los suicidios se incrementan en sociedades que supuestamente tendrían menos dificultades por sus mejores condiciones de vida que se reflejaría en los altos índices de PBI. Así, por ejemplo, en  el 2020, Alemania y Francia contaron con más de 9,000 suicidios cada país, Estados Unidos 45,000, Japón 19,000, Reino Unido 5,500, China 138,000, Corea 13,000; Rusia 17,000, España 4000. Esto coincide con la expansión del neoliberalismo y el individualismo. Las afecciones existenciales y el sufrimiento ensayan aliviarse con el consumismo. 

A partir de los años 80, el sufrimiento humano "dejó de ser una experiencia compartida” como bien precisa  James Davies. El sufrimiento se convierte en “una disfunción interna, un desequilibrio químico o una disfunción cognitiva” de un individuo que debía medicarse.  En los 70, en cambio, se entendía el sufrimiento como una protesta del organismo contra lo negativo que cunde en el entorno; se explicaba por motivos estructurales. Desde la perspectiva del mercado el problema estaría exclusivamente en la cabeza del individuo y no en el entorno.

Volviendo al poemario, se siente que al lado de la ansiedad ronda el deseo de aliviarse perdiendo la individualidad: “¿Por qué/ si quiero adormecerme en su trinar/ no me dejas beber de su ternura?”. Si la dependencia emocional niega la autonomía saludable, en tanto daña la relación con uno misma y con los demás. ¿Cómo articular la autonomía con lo colectivo? Sabiendo que no se está sola en una lucha continua suya y la de “centenares de anónimos” que asumen “luchas desgarradoras” que comienzan en la infancia:  “ésa niña /flor seca / desahuciada las nubes / cantan su agonía y su martirio”. La enunciante ensaya aprender de las aves, de las mariposas y del viento, reaparece entonces la pérdida, el extravío. Se interroga dónde encontrar la llave que siempre pierde, imagen que remite a cómo recuperar la capacidad de conducir el rumbo de su vida. ¿Cómo hacer para que la niña “profundamente rota” (32) en un entorno en el que gobierna la penumbra, pueda liberarse?

No todo está perdido. La niña  arma su trinchera, “su cuerpa” se enciende. Se conecta con sus prójimas sin perder su individualidad, siente que logra desasirse  de “las mechas del capital” (41), la niña enlaza sus manos esperanzadoras con sus compas feministas, en ellas halla un sentido alternativo de vida. 11:11 constituye la búsqueda de nuevos horizontes.

(1) Texto de mi autoría leído por la poeta Katherine Estrada Aguirre en la presentación del libro en la Casa de la Literatura

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