Qichqa de Olivia Reginaldo


Qichqa  de Olivia Reginaldo (1)

Por Carolina O. Fernández



En un espacio y tiempo de crisis civilizatoria,
  la reoriginalización cultural  que viene ocurriendo en varias áreas de la creación y el saber en Perú y nuestra América, es de vital relevancia. La poesía escrita por mujeres migrantes e hijas de migrantes andinos y amazónicos y la poesía en lenguas originarias escrita por mujeres es una señal elocuente de ese proceso.  En esa dinámica se ubica Qichqa, primer libro de Olivia Reginaldo (Huancavelica, Perú), quien estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y es editora y colaboradora de la revista Atuqpa Chupan, escrita íntegramente en quechua. Reginaldo ha sido docente en centros educativos y en la Universidad Antonio Ruíz de Montoya. Ha publicado poesía en varias revistas y ha efectuado estudios de maestría en plurilinguismo e interculturalidad en la Universidad de Estrasburgo, en Francia. En esta ocasión me referiré a Qichqa (Pakarina, 2024), libro  conformado por tres secciones que dan forma a conceptos polisémicos panadinos  tales como pacha, yanantin, añasmi kani. 

En “Qichqa”, poema que inaugura la primera sección subtitulada “Pacha” con el mismo título de libro, se configura, en primera persona al sujeto poético que rememora la imagen de la caída que sufrió al descender de las alturas, es entonces que hace referencia al Aleph. Al despertar lo ve. Desde este simbólico lugar borgiano, pero teniendo como punto de partida la gran altitud de las montañas andinas, la /el sujeto de enunciación, un yo plural humano y no humano, tiene la visión holística de la vida. Es este su lugar de enunciación: ”Y así vemos la vida, de hecho toda la existencia.” Esta ubicación espacio temporal de su mirada quechua,  situada en la altitud de una quichqa, una especie de gran mirador o terraza, es el el lugar desde el cual los sabios reconstruyen  la verdad /chiqaq, que  para las y los amautas es pacha. Veamos: “Ahora están los sabios,/Buscadores de recuerdos, de conciencia./ suspendido./A partir de ahí ahora uno se aferra a la verdad: chiqaq./ Y de allí una laguna también es laguna./Y de ahí, una montaña también es, montaña/ Y allí sobre todo, pacha —todo el tiempo y todo el espacio/ pacha.”


Pacha, en el episteme quechua y aymara hace referencia a las relaciones espacio temporales en que se forma y desarrolla  todo lo existente porque todos los seres se componen de lo material y lo inmaterial. El espacio alude a lo material y el tiempo a lo inmaterial, a la energía, al espíritu. Cuando un concepto hace referencia a solo lo inmaterial, para este episteme es solo una idea carente de sustento material para poder existir. Como afirma Arriagada, “Para las/los amautas, sabias/os filósofas/os de la América precolombina, un concepto sin espacialización, es una idea en proceso, aún en busca de una expresión material para poder completarse y gozar de existencia.  Así las cosas, la filosofía andina invita a vincular la idea con la forma [idea/forma], entendida como una unidad, en el espacio-tiempo relativo y en constante cambio.” (Arriagada, 2020). Cabe precisar, que los cambios, desde mis punto de vista, más que cíclicos ocurren en espiral. 


“Yanantin” es el título de la segunda sección. Esta categoría expresa que  en la vida todo va en pareja, “sea hembra o macho o del mismo género (dos machos o dos hembras), porque entre ellos se concretizan los principios del mundo andino: la relacionalidad” (Mamani, 2019:192) y  la complementariedad, en tanto todo está vinculado; porque siendo “lo  impar incompleto y débil, para fortalecerse, necesita de su otro par así sea opuesto o semejante” (Mamani, 2019:192).

A esto se suma el principio de reciprocidad, los seres que se encuentran (tinkuy), fraternizan, pueden dar  y recibir; “entre ellos circulan fuerzas y sentimientos, nadie acapara el esfuerzo porque su realización es compartir” (Estermann 123-148).

De esta sección tomo el poema titulado Simi, que fue publicado por primera vez en quechua en la revista OjoX Ojo con la traducción de Pablo Landeo. El texto  se compone de tres tercetos, escritos en presente y en primera persona. Los primeros versos de cada terceto introducen el meollo del poema correspondiente a las limitaciones de ‘Kay simiy / mis palabras’, es decir las limitaciones del lenguaje.


El yo poético invita a la reflexión, a una introspección dialógica sobre las restricciones del lenguaje: “Kay simiy ruwasqaykita atipanchu / qilla qalluy/ qulluypaq qillqan / Mis palabras no pueden superar las cosas que haces/ mi ociosa lengua/ escribe para la extinción” (Reginaldo, 2022, traducción de Landeo, 2022). 

El ñoqa/yo poético se dirige a una segunda persona en singular, reconociendo la incapacidad de las palabras para expresar y comprender lo real. Considero, en diálogo con Foucault, que este suceso ocurre por la distancia entre las palabras y las cosas, de manera específica en la relación con el prójimo: “Kay simiy kasqaykita kamarikunchu / chukchu kichka / chikan kanchu / Mis palabras no pueden contener lo que eres / temblor de espinas / lo absoluto no existe” (Reginaldo, 2022, traducción de Landeo). 


Si mediante el lenguaje se objetiva el mundo, las palabras nombran y construyen los estilos de vida en un tiempo y espacio sin llegar a ser una representación de lo real. Entendiendo, además, que las palabras constituyen una visión del mundo porque pertenecen a un código lingüístico situado también en un tiempo y espacio, son insuficientes para dar cuenta de un referente y un ser siempre en movimiento (Ortiz, 2023) y mucho menos para expresar lo que se siente cuando se experimenta el dolor que produce la partida de un ser que amamos: “Kay simiy kasqaykita kamarikunchu / chukchu kichka / chikan kanchu / Mis palabras son incapaces de alcanzar tu partida / convocar mi dolencia / decir fuego” (Reginaldo, 2022, traducción de Landeo). 


Como ya señalaba en otra ocasión, si bien las palabras y, por consiguiente, el poema no pueden captar al ser ahora, como totalidad porque siempre está en movimiento, situación que se acentúa cuando el lenguaje entra en crisis; la búsqueda de la poesía no es captar la realidad, sino intentar su comprensión, abriendo la posibilidad de contribuir a un cambio de vida, lo que exige un nuevo lenguaje. (Ortiz, 2023) Uno de los escollos de nuestra realidad lingüística está marcada por la colonialidad, que ha impedido su propio desarrollo. Es allí cuando la/el poeta juega y arriesga con las palabras, crea en las fronteras del lenguaje y ensaya contrarrestar las barreras que ocultan lo real e impiden una convivencia saludable. 


Qichqa se nutre de estos principios epistémicos quechuas pero abierto al diálogo intercultural. Por todos estos motivos quisiera felicitar a Olivia por su prometedor y rotundo inicio en la creación literaria.


(1) Texto leído el día de la presentación de Qichqa (26.06. 2024), Casa de la Literatura, Lima.


Obras citadas:


ARRIAGADA PETERS, Leonora. Avatares de la forma en el espacio-tiempo Pacha. Tóp. Sem [online]. 2019, n.42, pp.165-204.  Epub 10-Ene-2020.

ESTERMANN, Josef, 1998. Filosofía Andina. Estudio intercultural de la sabiduría autóctona andina, Quito, Abya Yala.

FERNÁNDEZ, Carolina O. (2023). Poéticas en lenguas originarias escritas por mujeres en Perú. Acta Scientiarum. Language and Culture45(1), e64544. https://doi.org/10.4025/actascilangcult.v45i1.64544

Mamani, Mauro. (2019). “Yanantin: relación, complementariedad y cooperación en el mundo andino”. Estudios de Teoría Literaria, 8 (16),: 191-203



 Qichqa 

Upallallam uraykurqani, harkasqa pata-patapi 

urmaykurqani, wichiykurqani. 

Ñawiyta kicharitpiy, Aliphta qawarqani. 

Jorge Luis Borges 


Kanmi huk pata 

chaymantam kawsay qawachikun. 

Manam chayqa kuchupichu, altupim. 

Chaypim tupan llapa ima riqsisqanchik 

ima musyasqanchikpas. 

Sutinmi qichqa. 


Chaypim yachaqkuna 

yuyay maskaqkunapas 

sayanku. 

Chaypim chiqaq tarikun. 


Chaymantam quchapas qucha 

chaymantam urqupas urqu 

chaypipunim pachapas pacha. 



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